lunes, 1 de junio de 2015

Sonrisas falsas

"Aquellas personas que fingen una sonrisa ante el mundo, son las más fuertes" (Fuente: Anónima)

Deseo iniciar esta reflexión con aquella falacia que he visto en muchas fotos que se publican en las redes sociales.

Las sonrisas son relativas; a mi opinión podría definirlas en dos tipos:

                       a) Las que vienen del corazón.
                       b) Las que vienen del orgullo.

Muchos hoy en día, están optando por la segunda opción; pero olvidan algo que es MUY OBVIO ; que las mentiras o las máscaras no duran siempre. Que todo se llega a saber.

Este es el caso de una persona que me ha permitido compartir su historia por este medio para invitarlos a reflexionar, amigos lectores:

Brenda; una amiga con la cuál pude compartir una salida al parque de tres horas; me confesó que en su casa nadie le prestaba la debida atención y ella decidía buscarla de una forma muy negativa; tanto así que la conexión -escasa conexión- con su familia de confianza se rompió. Tuvo una relación de cuatro años con un chico que conoció en sus clases de marinera; fueron muchos los momentos hermosos que pasaban.
Sin embardo algo con lo que ella no contó fue que todo se acaba alguna vez y que no estamos lo suficientemente preparados para aceptar las pérdidas de seres supuestamente queridos. 
Ella me confesó que lo espiaba un poco y que veía que sus fotos eran de puras sonrisas; y decidió - por envidia- igualarla; haciéndole creer a sus amigos y familiares que era fuerte, que nada ni nadie la paraba. Y su entorno tan ignorante no se dio cuenta que pedía ayuda internamente, que se sentía atrapada; desesperada, que la enfermedad la invadía.  
Así se fue volviendo con el tiempo, conoció a otra persona y la historia fue muy corta, ella ya decía amarlo y solo llevaban un par de meses en los cuáles habían roto tontamente como seis veces.
Se volvió más pálida, más delgada; pero siempre "SONREÍA"; hasta que ya no pudo más y se iba a eventos (de índole clandestino y cultural) a seguirse demostrando que era muy fuerte, sus lágrimas internas se apoderaron de ella y terminó pidiendo ayuda a Dios.
Logró descubrir que nadie puede resistir mucho tiempo sonriendo o exhibiéndose para llamar la atención; cada pieza tiene su lugar en encaje y su tiempo.
Cuando me contó esto, la abracé tan fuerte y me disculpé por no haberla visto hace buen tiempo y hoy está realmente feliz porque descubrió que en su familia y en ella puede hallar una fuerza única y sobre todo sincera.

MORALEJA: A veces nos creemos tan inhumanos que presumimos ser fuertes y nos burlamos de una persona que es técnicamente débil e ignoramos que nuestras lágrimas internas nos carcomen poco a poco. Una foto sonriendo no lo es todo; sino lo que transmiten los ojos...